Ordenar la deuda familiar libera flujo y reduce estrés. En México, las tarjetas de crédito pueden superar CAT del 70%, mientras que una hipoteca suele estar entre 9% y 13% anual. Con una estrategia clara puedes pagar menos intereses y adelantar tus metas.
Paso 1: inventario de deudas. Lista saldo, tasa, pago mínimo y plazo de cada crédito: tarjetas, personales, auto, nómina e hipoteca. Incluye condiciones como seguros forzosos o comisiones. Esta radiografía te dirá por dónde empezar.
Paso 2: elige método de pago acelerado. Avalancha prioriza la deuda con mayor tasa, bola de nieve prioriza la más pequeña. Si te cuesta mantener constancia, usa bola de nieve para motivarte. Si buscas máximo ahorro, avalancha. En ambos, paga mínimos en todas y abona extra en la prioridad.
Paso 3: negocia y compara. Llama a tu banco y pide reducción de tasa o un plan de pagos fijos. Revisa ofertas de consolidación y compara CAT. Evita soluciones que extiendan mucho el plazo sin bajar tasa, pues puedes terminar pagando más. En hipoteca, analiza portabilidad: cambiarte a un banco con menor tasa puede ahorrar miles a lo largo del crédito.
Paso 4: amortizaciones a capital. En hipotecas y autos, realiza pagos extraordinarios a capital para reducir intereses futuros. Pregunta si conviene a plazo o mensualidad. Si tu objetivo es terminar antes, elige a plazo. Planea estos abonos con parte del aguinaldo o bonos.
Paso 5: disciplina de uso. Mientras pagas, evita abrir nuevos créditos, congela tarjetas tentadoras y cancela suscripciones innecesarias. Configura alertas de fecha de corte y pago para aprovechar los días sin intereses.
INFONAVIT y FOVISSSTE: revisa tu esquema. Si tu crédito es en VSM, evalúa migrar a pesos para estabilizar pagos. Compara con hipotecas bancarias; en ocasiones, la portabilidad mejora tasa y condiciones. Considera costos de avalúo, notaría y comisiones.
Seguro de vida y desempleo: conoce la cobertura que acompaña a tu crédito. En crisis, puede cubrir pagos y darte margen. Verifica procedimientos para activar el seguro y guarda documentos clave.
Señales de alerta: refinanciar para “liberar” tarjeta y volver a llenarla, pagar solo mínimos por meses, usar crédito para gasto corriente. La solución real es ajustar el presupuesto y aumentar ingresos temporalmente.
Con un plan, tu deuda se vuelve predecible. Cada mes pagas menos intereses y más capital. En unos meses notarás aire en el flujo y la tranquilidad de avanzar.