Un fondo de emergencia es la diferencia entre un imprevisto y una crisis. Si tu familia vive en México, sabes que una enfermedad, la reparación del auto o la pérdida temporal de empleo pueden ocurrir sin aviso. Tener un colchón te da tiempo y opciones: evitas deudas caras, negocias mejor y mantienes la calma.
Meta recomendada: entre 3 y 6 meses de gastos esenciales. Si tu ingreso es variable, apunta a 6; si es estable y con prestaciones, 3 o 4 puede bastar. Calcula tus gastos esenciales: renta o hipoteca, comida básica, transporte, servicios, educación y salud. Suma y multiplícalo por 3 a 6.
Dónde guardarlo: necesitas liquidez y bajo riesgo. En México, cuentas de ahorro de alta disponibilidad, pagarés de corto plazo o instrumentos gubernamentales como CETESdirecto funcionan. Evita productos con penalización por retiro o plazos demasiado largos. No lo mezcles con la cuenta del día a día para no gastarlo por error.
Cómo construirlo sin sufrir: automatiza una transferencia el día de la quincena. Comienza con un monto pequeño (2% de ingresos) y aumenta cada trimestre hasta llegar al 10% si es posible. Redirige ingresos extraordinarios (aguinaldo, utilidades, bonos) en un 50% al fondo. Vende objetos que ya no uses y deposítalo ahí. Esta mezcla acelera el proceso.
Cuándo usarlo: solo para emergencias reales. Regla R.E.A.L.: Riesgo a la salud, Empleo, Avería crítica del hogar/auto, Legal. Si no cumple con al menos uno de estos criterios, no es emergencia. Para gastos previsibles como inscripción escolar o verificación, planifícalos en otra cuenta.
Cómo reponerlo: si lo usaste, pausa gastos variables por un mes y repón al menos el 50% con ingresos extra. Ajusta temporalmente tu presupuesto y evita endeudarte. Si la emergencia fue grande, crea un plan de tres etapas: estabiliza, reconstituye, fortalece.
Errores comunes: poner el fondo en inversión volátil, usarlo para “aprovechar ofertas”, guardarlo en efectivo en casa o mezclarlo con la cuenta de gastos. La seguridad y la separación mental importan tanto como el rendimiento.
Consejo para parejas: establezcan un umbral para decidir en conjunto (por ejemplo, retiros mayores a un salario mínimo mensual) y documenten cada uso con fecha y motivo. Esto genera confianza y reduce discusiones.
El primer objetivo puede parecer grande, pero cada depósito cuenta. Con un mes cubierto ya sientes alivio. La constancia convierte un esfuerzo pequeño en una red sólida que protege a tu familia cuando más lo necesita.